viernes, 29 de agosto de 2014

Maquetas de aviones: modelo estático y aeromodelismo

Un modelo a escala es una copia o una representación de un objeto más pequeño o más grande que el original. Normalmente es una representación más pequeña y sirve como una guía para el objeto original. Los modelos reducidos de aviones son el ejemplo más común. Hay muchas razones por las que se hace un modelo a escala. Sirve como un prototipo y se utiliza para probar el rendimiento del objeto en sus etapas iniciales de desarrollo. Los ingenieros los utilizan como un modelo de visualización para que los clientes lo evalúen, y los vendedores los usan para promocionar los nuevos productos. El aeromodelismo se ha convertido también en un pasatiempo que cada día gana a más seguidores.


Los materiales utilizados para crear estos modelos son la madera, el plástico y el papel. Pueden ser de dos tipos: estáticos o voladores. Los del primer grupo generalmente están hechos de plástico, aunque no es raro encontrarse modelos hechos con madera, metal o papel. Suelen representar aviones militares y aviones comerciales. Las escalas más habituales son la  1:144, la 1:72, la 1:48, la 1:32 y finalmente la 1:24.

Las maquetas voladoras, cuya construcción se denomina aeromodelismo, pueden ser de vuelo libre o radio controladas. Son la representación realista de un avión completo. Se pueden comprar ya hechas, semimontadas o para montar. El aeromodelismo, que se crecon la concepción de fabricar simples prototipos, ha alzado el vuelo y se ha expandido en forma de hobby, y son ya muchas las tiendas especializadas que venden este tipo de maquetas. 

El montador debe poseer mucha paciencia, habilidad artística, creatividad y, más importante aún, tener un interés inherente en los aviones y su modelización. La regla de oro antes del montaje es hacer una amplia investigación sobre el avión original. Las instrucciones deben ser leídas cuidadosamente y la secuencia de montaje debe ser seguida según lo prescrito.

Lo que hace diferentes a las maquetas voladores es, precisamente, su capacidad para volar. Pueden ser tanto de vuelo libre como controladas por control remoto. En el primer caso la propulsión se realiza gracias a una hélice propulsada por una goma o por una goma tipo catapulta. En el segundo, la propulsión va a motor. En los primeros años del aeromodelismo, el motor era de explosión, aunque ahora lo último en aeromodelismo son las maquetas con motor eléctrico. Sea cual sea el modelo que se elija, la diversión está asegurada. 


Fuente: RCTecnic

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