Un modelo a escala es una copia o una representación de un
objeto más pequeño o más grande que el original. Normalmente es una
representación más pequeña y sirve como una guía para el objeto original. Los
modelos reducidos de aviones son el ejemplo más común. Hay muchas razones por
las que se hace un modelo a escala. Sirve como un prototipo y se utiliza para
probar el rendimiento del objeto en sus etapas iniciales de desarrollo. Los
ingenieros los utilizan como un modelo de visualización para que los clientes
lo evalúen, y los vendedores los usan para promocionar los nuevos productos. El
aeromodelismo
se ha convertido también en un pasatiempo que cada día gana a más seguidores.
Los materiales utilizados para crear estos modelos son la
madera, el plástico y el papel. Pueden ser de dos tipos: estáticos o voladores.
Los del primer grupo generalmente están hechos de plástico, aunque no es raro
encontrarse modelos hechos con madera, metal o papel. Suelen representar
aviones militares y aviones comerciales. Las escalas más habituales son la 1:144, la 1:72, la 1:48, la 1:32 y finalmente
la 1:24.
Las maquetas voladoras, cuya construcción se denomina
aeromodelismo, pueden ser de vuelo libre o radio controladas. Son la
representación realista de un avión completo. Se pueden comprar ya hechas,
semimontadas o para montar. El aeromodelismo, que se crecon la concepción de
fabricar simples prototipos, ha alzado el vuelo y se ha expandido en forma de
hobby, y son ya muchas las tiendas especializadas que venden este tipo de
maquetas.
El montador debe poseer mucha paciencia, habilidad
artística, creatividad y, más importante aún, tener un interés inherente en los
aviones y su modelización. La regla de oro antes del montaje es hacer una
amplia investigación sobre el avión original. Las instrucciones deben ser
leídas cuidadosamente y la secuencia de montaje debe ser seguida según lo
prescrito.
Lo que hace diferentes a las maquetas voladores es,
precisamente, su capacidad para volar. Pueden ser tanto de vuelo libre como
controladas por control remoto. En el primer caso la propulsión se realiza
gracias a una hélice propulsada por una goma o por una goma tipo catapulta. En
el segundo, la propulsión va a motor. En los primeros años del aeromodelismo,
el motor era de explosión, aunque ahora lo último en aeromodelismo son las
maquetas con motor eléctrico. Sea cual sea el modelo que se elija, la diversión
está asegurada.
Fuente: RCTecnic
JUILO
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